En conferencia desayuno con el ministro de Economía, el dirigente gremial destacó los anuncios del Jefe de Estado que contemplan como uno de los ejes económicos avanzar hacia los grandes cambios tecnológicos de la llamada Industria 4.0, pero advirtió la urgencia de que esas medidas se concreten para que el país no pierda competitividad.
Como un paso importante, pero que deberá reflejarse en medidas concretas para alcanzar el objetivo que permita que Chile se incorpore en plenitud a la sociedad del conocimiento y a la Cuarta Revolución Industrial, calificó el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, los anuncios presidenciales del Presupuesto de la Nación para el año 2019.
“El Presidente fue muy claro en advertir que si bien esta revolución tecnológica ofrece muchas oportunidades, también representa riesgos. Y el mayor riesgo para Chile es que vamos a ser cada vez menos competitivos frente a otros países que sí se están preparando para este cambio. Por eso me atrevo a asegurar que si el anuncio del Presidente de avanzar hacia la Cuarta Revolución Industrial no se cumple, Chile estará en riesgo. Este anuncio debe venir acompañado de políticas públicas que apunten en esa dirección, y en acciones concretas impulsadas por el Gobierno para poder dar ese salto que con gran visión ha advertido el Mandatario en el proyecto de Presupuesto 2019. Como ASIMET, estaremos atentos a la concreción de estos objetivos”, afirmó el dirigente empresarial.
Arrigoni enfatizó en su exposición ante el ministro de Economía, José Ramón Valente, que “Chile debe comparar siempre sus índices económicos con los de la OCDE, pues son los países con los que competimos, y en este contexto mundial claramente estamos muy atrasados”, señaló. Como ejemplo de lo que significa este atraso, el presidente de ASIMET indicó que en las dos últimas décadas Chile aumentó la brecha del PIB per cápita con los países más ricos. En el caso de Alemania, indicó que esta se ensanchó en un 65%, pasando de una diferencia de US$16.100, en 1996, a US$26.600, en 2017.
Agregó que en los países desarrollados existe consenso que el sector que más aporta a la clase media para avanzar y resolver los temas de desigualdad es la manufactura. “Es así que los empleos que otorga esta industria en los países de la OCDE son más altos, como también son mejores los salarios. En España, por ejemplo, estos son un 24% mayor que los que dan los Servicios y la Construcción”.
En ese sentido, explicó que la gran mayoría de los países de la OCDE tienen en marcha planes para invertir en el enorme costo de la modernización de la manufactura, “con incentivos fiscales muy fuertes para la investigación, la innovación y las inversiones, con el objetivo de fortalecer sus influencias y posiciones en la economía globalizada. Esto les ha permitido tener un crecimiento constante de la manufactura, alcanzando en la OCDE un promedio de un 16% del PIB”, sostuvo.
Finalmente, Arrigoni indicó que nuestro país “tiene la obligación de adoptar la revolución tecnológica para poder superar la mono producción y dependencia de las materias primas, de no hacerlo, nos quedaremos fuera del círculo de los países en desarrollo, y aumentaremos irremediablemente la brecha que nos separa de las naciones de mayores ingresos”.